Cuatro emitía en la noche del jueves una nueva entrega del programa más romántico de la televisión, First Dates, donde el objetivo de todos aquellos que se presentan es encontrar el amor. Sin embargo, los flechazos en el espacio presentado por Carlos Sobera ocurren en contadas ocasiones. Y una de esas veces ha sido la protagonizada por Marina (31) y Camilo (34).
La enfermera madrileña llegaba al programa de Mediaset con un peculiar objeto entre sus manos. ''¿Qué traes ahí?'', decía el presentador. ''Unas rodilleras'', replicaba la soltera, dejando a Sobera y al equipo completamente desconcertados. ''¿Para qué traes rodilleras?'', preguntaba Sobera. ''Para bailar twerking. Si no te las pones, enseguida salen hematomas'', confesaba ella.

Camilo en 'First Dates'
La madrileña no había tenido mucha suerte en el amor, por lo que quería conocer a un chico alto, fuerte, con ojos claros, tatuajes y barba. ''Y que se gracioso y atento'', añadía. Y el elegido para cenar con ella era Camilo, un soltero de Fuenlabrada (Madrid) que volvía a repetir experiencia en el programa. Pero lo que no se esperaba a su llegada era el sensual recibimiento de Marina. ''Pensaba que tenía una lesión en la rodilla hasta que se ha puesto a bailar. Está guay, al final está haciendo algo que le gusta'', comentaba.
Por su parte, la soltera también se llevaba una buena impresión. ''Me gusta. Habéis dado en el clavo, aunque no me esperaba los tatuajes de la cabeza '', declaraba entre risas. Tras intercambiar sus primeras palabras, el presentador acompañaba a la pareja hasta su mesa, donde comenzaban la velada hablando de sus gustos musicales y de sus tatuajes.

Marina en 'First Dates'
Un tema de conversación con el que Marina confesaba uno de sus profundos secretos. ''Yo empecé a hacerme un tatuaje en cada extremidad por si hay alguna catástrofe o cualquier movida que aparezca un brazo y sepan que soy yo. Parece una tontería, pero tiene sentido. Es muy gore, pero puede pasar. Siempre me pongo en lo peor'', contaba.
En un punto de la velada, los solteros confesaban ser muy pasionales en la cama. ''Es bonito hacerlo con amor, pero también hacerlo salvajemente'', reconocía ella. ''Si, los cambios de ritmo...'', comentaba visiblemente cortado el soltero. ''Tiene cara de tímido, pero tiene pinta de ser salvaje en la cama'', confesaba la madrileña. Por si esto no fuera suficiente, Marina confesaba que una de sus fantasías sexuales era ir a un local de intercambio de parejas. ''Yo he estado en alguno. Es curioso. Una cosa es ir y otra participar. Me ha gustado porque para mi es importante que tenga ese grado de libertad'', confesaba él.

Marina y Camilo en 'First Dates'
Tras una velada agradable, los solteros se desplazaban hasta el reservado del programa, donde daban rienda suelta a su pasión. La conexión entre ambos había sido tan fuerte que los dos estaban de acuerdo en su decisión final: querían tener una segunda cita. ''Le quiero ver más suelto'', confesaba la soltera. ''Ahora nos vamos a bailar'', decía él.