Trump trabaja un plan B para aplicar los aranceles tras los líos judiciales

Guerra comercial

La istración busca más amparo legal para las decisiones mientras las negociaciones comerciales con China se estancan

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El presidente de EE.UU., Donald Trump

Jacquelyn Martin / Ap-LaPresse

La montaña rusa que ha vivido en apenas unas horas Donald Trump con la ilegalización de sus aranceles y posterior recuperación ha puesto a la istración a trabajar en alternativas para aplicar las tarifas con más fuerza legal. La estrategia del republicano y su equipo sería replantear las tasas globales a través de otros amparos y artículos para protegerlas de la justicia, si bien pueden tardar más tiempo en desarrollarse, tienen una limitación temporal y por ahora se han puesto en espera.

Un primer tribunal anuló los aranceles argumentando que no podían justificarse, como se hacía, en la ley de poder económico de emergencia internacional (IEEPA), de 1977, al no existir una urgencia real. “El tribunal básicamente nos dice que si la perdemos (la protección de la IEEPA), simplemente haremos otras cosas”, dijo ayer el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, a Bloomberg. “Así que nada ha cambiado realmente. Quiero decirle esto al mundo: nos están engañando, vamos a por vosotros, hagamos un trato y hagamos las cosas bien”, añadió el polémico referente de Trump. Horas después otro tribunal de apelación reinstauró los aranceles.

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El Gobierno, consciente de la posible vulnerabilidad de basar sus decisiones en la IEEPA, ya había optado por otros amparos legales para aprobar tasas sobre el acero, aluminio o los coches, que ayer no se pusieron en cuestión. Estos aranceles se apoyan en la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que permite fijar tasas desde smartphones a motores a reacción. A través de este artículo ya ha puesto en marcha investigaciones sobre medidas en camiones, cobre, madera, semiconductores, minerales críticos, productos farmacéuticos y aviones. Si bien da más seguridad, requiere una investigación previa que suele durar unos nueve meses.

Esto sería un contratiempo para un Trump que necesita resultados rápido de cara a las elecciones de medio mandato. “El presidente se reserva otras facultades arancelarias para garantizar que se restablezcan los intereses de EE.UU. en todo el mundo, y la istración está dispuesta a utilizarlos”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, tras el revés inicial.

La alternativa del Congreso, más difícil

Según el Wall Street Journal, la vía alternativa preferida es la sección 122, que permite imponer aranceles de hasta el 15% a grandes partes de la economía mundial, pero por cinco meses. No ha sido utilizada nunca. Navarro apuntó que la limitación temporal ha hecho que no se opte por ella hasta ahora. O la sección 301, que ya se ha aplicado para fijar aranceles a China, que permite al presidente abordar políticas injustas que se consideran restrictivas al comercio estadounidense. Navarro afirma que no es un plan B, que realmente solo hay un plan A “que abarca todas las opciones estratégicas”.

La alternativa de buscar el apoyo del Congreso también implicaría un despliegue de tiempo y esfuerzos, en un momento en el que ya se tratan otras prioridades de la istración como la reforma fiscal. “Pase lo que pase, los mercados son conscientes de que nos enfrentamos a un largo período de incertidumbre”, analiza Win Thin, de Brown Brothers Harriman & Co.

Las negociaciones con China están “estancadas”

En paralelo a la restitución de los aranceles, Washington sigue en negociaciones para ir cerrando pactos comerciales con varios países. Uno de ellos es China, con quien las cosas parecen enfriarse. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha planteado que las conversaciones están “un poco estancadas”, en “un ime”, por lo que podría ser necesaria una llamada entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, para que las dos economías más grandes del mundo lleguen a un acuerdo. “Dada la magnitud y la complejidad de las conversaciones, esto requerirá que ambos líderes se reúnan”, declaró.

Bessent aseguró en la misma entrevista con Fox que EE.UU. está cerca de cerrar varios “grandes acuerdos” y no se mostró preocupado por la batalla judicial en torno a la autoridad de Trump para imponer su política arancelaria. Pekín pidió ayer, tras la anulación inicial de los aranceles, que se retiraran todas las tasas que soporta. “No hay ganadores en una guerra comercial”, dijeron portavoces chinos. 

El estancamiento en la negociación se da después de que ambos países llegaran a una tregua comercial el 12 de mayo en Suiza para rebajar sus gravámenes durante tres meses: EE.UU., del 145% al 30%, y China, del 125% al 10%.

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